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miércoles, 18 de julio de 2018

El sofisma del "peronismo modernizado"

No quisiera ahondar en los sentimientos que me moviliza ver repetirse la historia, ante esta redundancia claramente la sorpresa no forma parte del combo de emotividades que debemos intentar escindir.
La modernización del peronismo es una premisa, falaz, que los gorilas y traidores promueven desde el golpe del '55. Personajes que intentaron parasitar el movimiento nacional justicialista siguen existiendo, ya que el término "peronismo" ha convocado, y convoca, a muchos argentinos esto constituye una tentación para las ambiciones de conseguir un salario extraordinario del estado (Calcaterra y Caputo son ejemplos de otra clase de parásitos).
En jerga militante hablamos de vandorismo, aludiendo al dirigente gremial que proponía un peronsimo sin Perón. Hoy la propuesta es converger excluyendo a la referente popular Cristina Kirchner, es el intento de una facción de la "clase dirigente ""peronista""" de no soltar el caudal electoral del movimiento nacional justicialista "ayudando al gobierno de cambiemos a que le vaya bien" en las próximas elecciones.
Sergio Massa fue escolta y legitimador del primer tramo del gobierno de Macri, algo que fue minándole la imagen por lo que terminó llamándose a cuarteles de invierno con la esperanza de que el olvido restituyese un poco su disfraz de opositor.
El caso Urtubey es similar más los matices y el relato hegemónico lo pintó como "el peronista en cambiemos", una aviesa construcción para cazar desprevenidos y "apolíticos". Urtubey fue desde el año 2008 el menos kichnerista de los kichneristas, desde diciembre del 2015 de los gobernadores más cercanos al presidente y desde siempre un oligarca en el peronismo.
Lo cierto es que muchos de estos dirigentes les resultan ajenos a los intereses del pueblo, son hijos de las gestiones neoliberales por lo cual se sienten cómodos con este gobierno pero se aferran a denominarse peronistas; no quieren soltar lo que ellos constituyeron como franquicia tras vaciar de doctrina, de ideas y de afiliados al Partido Justicialista. 
El sofisma de la modernización invita al pragmatismo electoral. Cierto es que el peronismo siempre fue frentista pero la pregunta que debemos hacernos es ¿perseguimos el triunfo o queremos gobernar?. La revolución de la alegría demoró 5 días en iniciar su plan de gobierno contra el pueblo devaluando la moneda nacional y solo unos meses después vimos a los que en campaña eran defensores del proyecto nacional y popular votar derogando las leyes de pago soberano arrojando la soberanía económica a la voracidad de los fondos buitres. 

martes, 25 de octubre de 2016

La madre de todas las gestiones

En la vida de un ser humano normal suele suceder que en el proceso de definición identitaria pase por etapas de imitación, allí donde pareciese mimetizarse con los próximos, tal vez en una primera instancia a papá o mamá. Cuando el circulo de personas se amplía a los amigos puede suceder que se ingrese en una instancia de necesario rompimiento edipico, es allí cuando nuestra ambición nos moviliza fuera del seno familiar, a este proceso algunos logran sobrellevarlo reforzando los valores familiares y constituyéndolos en virtudes personales otros simplemente declaran la guerra a la coherencia y ensayan una desleal e infantil definición por oposición. Muchos recordaran la oposición por la oposición en si, practicada hasta no hace mucho por algunos dirigentes políticos, o para quienes gusten de términos históricos "los contra" que luego de Delfor Dicásolo fueron conocidos como GORILAS.
Pero retomemos aquel infantilismo de definir la personalidad por oposición. Sin dudas durante el kichnerismo hubo muchos funcionarios que destacaron, alguno dirá con "guita todos somos Gardel" pero esto no va en detrimento de la instalación mediática que se tornó en estos años; partiendo con el mito de "Tinelli derroco a De La Rúa", en el principal escaparate de la oferta dirigencial, oferta que luego del sinceramiento propuesto por el presidente Macri parece desenmascarar no solo que algunos funcionarios de segunda y tercera línea durante el gobierno anterior llenaron sus expectativas y sus bolsillos sino también que algunos de los satinados dirigentes del gobierno kichnerista confundieron la invitación de Néstor a soñar con sus más desmesuradas ilusiones pretenciosas.
El relato fue definido por la editoriales empresariales porteñas peyorativamente como la institución de una edulcorada narración de lo que acontecía durante el gobierno nacional y popular desde el 2003 hasta el 2015; hoy ante el sinceramiento que llevan adelante las clases rentistas, evasoras y antipopulares empiezan a asomar tras sus ambiciones los sátiros, duendes y gnomos que, ahora sin el respaldo del presupuesto 2016-2017, envían a sus tropas a alinearse tras la representante del PRO en la provincia de Buenos Aires e inician una campaña de la reconstrucción de sus privilegios diciendo "no somos centauros", como si hubiese hecho falta que lo dijeran.

martes, 4 de febrero de 2014

♫ Soy soldado...♫

Les comparto este texto del compañero Magirena, palabras que andaba necesitando.


La Soledad de Cristina Mandar obedeciendo, dijo el subcomandante Marcos de los indios insurgentes de Chiapas. Así lo reivindicó después el aymara y presidente boliviano Evo Morales como signo de su gestión. Mas de medio siglo antes otro indio, el tehuelche Juan Perón, construyó su experiencia política y su doctrina escuchando al Pueblo. Esa fue la característica de las mas audaces medidas durante los mandatos de Cristina Kirchner, la que gobierna escuchando. Es que cada una de ellas fue primero bandera de la militancia. La nacionalización de los fondos de pensión fue lucha de los trabajadores de Apops desde el día en que se enajenaron. Los trabajadores de Aerolíneas lucharon por su nacionalización con paros, protestas y denuncias. El grupo Moreno reclamó sin tregua la recuperación de YPF. La coalición por una radiodifusión democrática bregó sin descanso por una ley de medios. El FreNaPo logró 3 millones de votos para la creación de un ingreso universal para terminar con la pobreza, como la AUH. Las organizaciones piqueteras reclamaban cooperativas para trabajar. Los jubilados pedían un régimen de actualización de sus haberes. El grupo Fénix proponía una gestión nacional de la economía con protección de la industria local...son, tal vez, los ejemplos testigo y todos tuvieron su expresión en las calles. El fundamento y el señalamiento del rumbo. La política de masas funciona de ese modo. Eva Perón encabezó las luchas por el voto femenino sin tener ningún cargo en el gobierno y señaló con claridad que "donde hay una necesidad nace un derecho", saliendo a buscar a los necesitados. Evita fue el emblema de la militancia sin ser nunca funcionaria ni candidata. Estaba con los desposeídos para indicar el camino. Pero hoy...Qué pasó con la militancia que se quedó callada? No es militancia la que deja de proponer para esperar, aplaudir y argumentar pretextos por lo que no se hace. Es rol de la militancia ser el copiloto de la conducción! Cuando el piloto conduce y pone su atención y pericia en su vehículo y el camino, su copiloto lee los mapas y señales, advierte los cruces y características topográficas e indica el rumbo. Sólo quien tenga una mirada ingenua de la política cree que el que conduce necesita simplemente que lo acompañen y, tal vez, que le ceben unos mates dándole charla para que no se duerma. La verdad es que, más allá de las consignas y los micros, los que detentan y administran el título de militantes han dejado sola a Cristina. Quién se atreve a leerle un mapa? Quién se tomó el trabajo de aprender a leerlo? El marketing que hoy maneja la política está sugiriendo que ésta militancia, que acata y aplaude sin proponer, es la nueva política y aquella, que nunca suspendió la protesta, la lucha, y la propuesta, bancando con el cuerpo sus convicciones y también su gobierno, es el problema. Escuchamos a Cristina rogando ayuda porque ella no puede sola! Acaso queremos que también nos diga cómo, nos despierte por teléfono y nos mande un remis? El enemigo está desplegando todo su poder de fuego y sólo respondemos con justificaciones. Las distribuidoras eléctricas, en las cuales tenemos directores nombrados por el Ministro de Economía en virtud de las acciones que están en manos de la ANSES, conspiran con los medios de comunicación hegemónicos para desmoralizar a la población. El gobierno amenaza con intervenirlas y no lo hace. No lo hace porque nadie reclama eso!!! Dónde está la militancia movilizando protestas contra ellas? Dónde está la movilización que pida la nacionalización de los depósitos y del comercio exterior para ejercer la soberanía política y la independencia económica y que ningún mal parido pueda generar una corrida cambiaria, en un mercado donde los narcotraficantes lavan, logrando licuar el ingreso de los trabajadores argentinos? Estamos regalando la impresión de que no queremos eso. Estamos dejando que la opinión publicada se tome como opinión pública. Estamos desperdiciando la posibilidad de que Cristina diga a las corporaciones: "mire, yo hubiera dejado esto un rato más pero el pueblo lo está pidiendo"... Estamos inaugurando el miedo en el país en el que Néstor Kirchner le dijo al presidente yanky en Mar del Plata, a las corporaciones en sus discursos y a los genocidas en el colegio militar que no les temía. En momentos de incertidumbre lo único inteligente es aferrarse a las certezas. Hoy Cristina es lo más cierto que tenemos y la estamos dejando sola.. Si el monopolio de la mlitancia actúa como obturador y no como puente se lo tenemos que decir desde atrás de las vallas. Perón decía que tener reservas mentales para decirle al compañero que algo esta mal es una especie de traición. Dardo Cabo, héroe del comando Cóndor, sentenció después que el obsecuente tiene destino de traidor. No tenemos intereses particulares ni patrimonio individual que perder. No estamos cerca, no subimos al palco, no somos funcionarios ni estrellas del espectáculo, no estamos invitados a los actos. Somos los que vemos a los que sólo estan cuidando su muy pequeño espacio de poder y a los que ya estan juntando sus cosas y estudiando la.oportunidad para irse. Somos los que cuidamos los trapos. Somos la retaguardia, en esa consideracion marketinera de la política. Somos los que perdemos, cuando se pierde todo. Somos pueblo. Somos la garantía del proyecto. Somos la Patria. Y cuando la Patria está en juego -nos enseñó San Martín- vale todo menos no defenderla. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Salimos del infierno

Mira a que pendex
La caracteristica ineludible de la juventud son los ideales, lo que lleva mucha veces a que los jovenes crónologicos sean tachados de utópicos. Hay quienes persisten jóvenes son quienes no renuncian a sus ideales de prosperidad colectiva. Ellos son los que se eternizan en la fuente inacavable que es el amor del pueblo, elixir de la juventud si los existe.
He conocido a jovenes que vencieron el plazo perentorio dictaminado por la vida volviendose parte de la hisotria pero yo viví en la era del pingüino; nada tiene que ver con calendarios prehispanicos o con horoscopos asiaticos.
La era del pingüino caracterizada los florecimientos, porque para que florezca se necesita la semilla y en un estado hace falta una planificacion de siembra y un sembrador. Gracias compañero, yo que soy hijo de la democracia pero también hijo del consumo, del neoliberalismo de los '90; comprendo hoy lo que implica la producción y más aún aprendí a sembrar.
Todavia lo veo jugueteando con el ardiente baston de mando cual si fuese un sonajero, honroso de lucir los atributos para inciar la primavera argentina. Desmitificaste tanto a la política que la volviste patrimonio popular y eso te adjudico un lote en el oscuro corazón de los cipayos.
Tan simple como es el amor a la patria y directo como fuiste a buscar el cariño de los argentinos, algo que no lograrán corromper jamas las retorcidas mentes editoriales de los traidores que desenmascaraste.
Feliz día de la primavera.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sigue bajando cuadros

Ayer por la noche concurrí a un acto en la sede del Partido Justicialista de Salta. En la ocasión participo José Salvini, santacruceño y ex secretario privado de Kirchner. Ahora, es asesor de la Jefatura de Gabinete que conocía conoce a Kirchner desde hace 30 años.
En teoría se colocaría un cuadro de Néstor Kirchner a modo de homenaje y aprovechando la visita de Salvini.
Es indescriptible la emoción que me produjo acudir al PJ a encontrarme con mis compañero de militancia, ya en la sede me sentí más solo que Adán en el día de la madre.
Luego de la parodia del acto pregunte por el cuadro que colocarían como para realizar la cobertura completa (con la foto del cuadro colgado terminaría mi labor), informaron que al parecer la ex legisladora encargada de traer el cuadro tuvo un contratiempo.
Ya a esa altura mi desazón era considerable hasta que me percate de un cuadro de dimensiones hasta 3 veces más grande que los que colgaban de las paredes del salón me pudo la curiosidad y eche un vistazo.
Néstor querido tengo más certezas que dudas desde que te fuiste aún recuerdo aquel día cuando bajaron la foto de Videla y de el discurso con el cual terminaste con el miedo a los militares pero nunca imagine que post mortem ibas a seguir realizando hechos que conmovieran mi corazón. Bajaste los cuadros de todos los dictadores en vida y ahora también bajaste el cuadro del último faraón de la Argentina.
Sin lugar a dudas valió la pena el haber asistido a este acto careta donde los eternos vendedores de humo paquetearon con un supuesto kirchnerismo dentro del PJ Salta algo tan certero como un análisis de Morales Sola o Grondona si así les gusta.
Una imagen dice más que mil palabras, he aquí la foto. Gracias compañero Néstor el miedo al neoliberalismo aquí también lo erradicaste.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Qué viene después del llanto

Lo que supimos construir, lo que tenemos que cambiar
* Por Tati Echague y Luciano Peralta
Militantes juveniles peronistas
Telam

No tenemos ganas de que Kirchner se haya muerto. Ha sido, sin lugar a dudas, el día más triste de nuestra corta vida. Tal vez sea cierto que lo lloremos por siempre y que no lo olvidemos. Pero qué implica eso, pensamos, dudosos, inseguros.

Nos ocupamos demasiado de él, de su polenta, de su fuerza y de su convicción. Nos toca a nosotros, repetimos. Quizás no sea ni más ni menos que la memoria, la cual es útil, cuando es colectiva.

Pensamos en los Museos de la Memoria, en las Abuelas, en las Madres (qué loco, sonreímos, Kirchner ya está acá). Esa es una memoria activa, presente. Es tener presente que se fueron treinta mil porque hubo un Estado perverso, y esas cosas que con Kirchner volvieron a pensarse, ya no desde un margen, sino desde el centro, desde la política.

Ahora, ¿qué representa mantener a Kirchner en la memoria? Porque siempre implica algo mantener memoria. Seguro que la cosa pasa por algo más que sufrir. Y algo más que llorar. No es nuestra intención analizar los posibles escenarios políticos, analizar actores, o esas cosas propias del periodismo, desde el más berreta al más inteligente de sus representantes.

Para eso, leemos a Mario Wainfeld, Martín Piqué, y los amigos que lo hacen mucho mejor que nosotros. Hoy, nos incomoda otra cosa (¡Con Kirchner sentimos la incomodidad, antes no había esta incomodidad, y acá está, de vuelta!).

Intentamos pensar política en el centro mismo de las contradicciones que nos trae el momento. Nosotros queremos pensarnos a nosotros ¿Qué implica querer que el Pingüino nos acompañe? Sentimos la necesidad de elegir dónde estar, y dónde no. Qué sentidos queremos construir desde la partida del jefe. Porque era el jefe, él mandaba. No tenemos ganas de seguir llorando y eso es una decisión. ¿Qué posibilidades se contemplan, entonces? ¿Qué debería, para nosotros, discutirse ahora, en la marcha de la acción? Mierda, otra vez la novedad. Discutir y actuar, política, política, política. Qué somos nosotros. Por qué pensarnos.

Hay un montón de cosas que parecen imposibles, hasta que dejan de serlo. Somos de esos que siempre creímos en que las cosas imposibles podían ocurrir, en algún momento, no ahora.

Perón había devuelto la dignidad al trabajador, los niños eran felices, las mujeres votaban. Nuestros viejos combatían y soñaban hacía más de 20 años. Se peleaba por los imposibles. Antes.

A nuestros dieciocho años, los imposibles de ese ahora eran invisibles, intangibles. Había sido duro el 2001, terrible. Vimos compañeros de los barrios llorando por hambre y otros que dejaban la escuela. Nada más lejos que un imposible. La disputa nos vencía, las discusiones las perdíamos sin siquiera plantearlas, hasta eso. No había forma de explicar que tal vez, alguna vez, alguien iba a mostrar que hay imposibles que dejan de serlo.

En 2003 llegábamos desde el interior, y era muy arriesgado ir a la universidad y hablar de una nueva Ley de Medios. Aerolíneas era privada, lo era. Para todos era natural. La izquierda era la iluminada, la que siempre creyó y creerá en los imposibles. Hasta con ellos, pobres, perdíamos.

Cuando la CTA nos hablaba de Asignaciones Universales creíamos que eran troscos, marcianos. No podía haber asignaciones, todo estaba hecho mierda. Ser peronistas en la universidad de principios del kirchnerismo resultaba poco menos que imposible. Creer en el kirchnerismo, hablar de peronismo, de proyecto, resultaba incómodo. No era fácil poder decir que tal vez el peronismo podía volver transformar, y ni hablar de enamorar.

Ese 22 por ciento que daba la banda presidencial al Pingüino era Duhalde, cómo explicar con seguridad y convicción (¿cómo convencerse?) de que tal vez podía pasar algo que cambiara el rumbo de los hechos. No creíamos. Pero elegimos el tiempo, y no la bronca. Nos fuimos encontrando. Y llegó la militancia.

Y la cosa cambió. De repente, soldados del Pingüino, compañeros peronistas, el barrio, los actos, y a bancar la calle. Aprendimos, quisimos, éramos compañeros, tuvimos fuerzas. No duró mucho. Quizás por la inexperiencia no logramos encontrar el lugar, por dónde era, no pudimos, no había capacidad de pensarnos.

Cuestionábamos los métodos, los conceptos, las estrategias, los relacionamientos. Pero nunca cuestionábamos a él, siempre estaba un paso más delante de lo que podíamos imaginar como posible. Nos cuestionábamos a nosotros, de bronca nos fuimos. Dejamos, total, estaba él. Solo era él y sus hombres. El resto era pueblo que Kirchner, y sólo Kirchner, supo convocar y construir.

Hoy, en perspectiva, pensamos que todo eso, lo bueno y lo malo, tenía que volver a hacerse carne en algún momento. Porque el futuro llegó hace rato. Que no queden dudas.

En ese momento, la militancia juvenil se multiplicaba, eran muchos, y cómo los criticábamos. Ser soldado es tener una función. Había un proyecto, pero nadie tenía un puesto, solo los que él bendecía. Esos estaban bien, nosotros no estábamos, los jóvenes militantes estaban mal. Y esperamos. Y celebramos siempre a Néstor, luego a Cristina, y a los dos.

Ahora nos damos cuenta de que nosotros tenemos que ser, que pensarnos, que construirnos como actores políticos para defender eso que es tan importante, y que nos unió y que nos abrazó mil veces.

Hoy queremos ser soldados, pero tendremos que ser también tenientes o cabos, pero no de un ejército. Queremos ser compañeros que encarnen y tengan funciones, estrategias, amigos, aliados, enemigos, pequeñas y grandes causas. Pero no podemos tener miedo. Kirchner no le hizo asco a nada. Por eso, hoy lo lloramos.

Entonces, qué viene después del llanto. Viene convocar, pujar, ocupar lugares. Viene poner el cuerpo. Que él siga vivo, la siga pateando en cada apuesta, en cada disputa. Hoy, a los veinticinco años, y ya sin Kirchner, creemos que las batallas por un país mejor son menos imposibles.

La política sigue siendo lo que transforma. Nada de juventudes maravillosas. Ni la edad, ni la muerte. La decisión, la vocación. El legado, es político.