Kumpas

lunes, 13 de abril de 2015

Romero y romerismo ¿no es lo mismo?



Existía un grafiti típico antes de la aparición de "acción poética Salta", entre 1997 y 2007, que aludía a una supuesta homosexualidad del entonces gobernador; con el correr de los años, los salteños, se olvidaron hasta de insultarlo y paso a ser un legislador nacional ausente incluso de las requisitorias de la justicia. Claro que la acolchonada impunidad que brinda un sillón legislativo no es para siempre; menos aún para una persona adicta al reconocimiento. Juan Carlos Romero ya había sufrido una derrota durante el 2013 cuando la determinación dirigencial logro impulsar y consagrar a dos parientes en puestos legislativos nacionales.
Durante estos años se inició, con la innovación del sistema de votación en Salta, la implementación de la boleta única electrónica que consiste en una impresora que envía datos preliminares de la elecciones eliminando el boca de urna pero que deja constancia en un soporte papel de los votos; una gimnasia democrática. El sistema de voto electrónico incentivo en el electorado salteño una costumbre que el voto de papel no permitía, la elección por categoría. Sucede que en la época del voto papel votar por categoría era correr el riesgo de que te impugnen el voto; hoy con el sistema de voto electrónico te encontrás frente a una pantalla y es tan sencillo como presionar sobre la pantalla la foto del candidato a la categoría deseada.
En 2013, uno de los candidatos del romerismo a la intendencia capitalina, Durand Cornejo  ganaba cómodo su lugar en el Congreso de la Nación secundado por el Partido Obrero que realizaba una elección histórica, tanto por lograr una banca nacional como por el número de concejales capitalinos y diputados provinciales. Curioso resulta que los representantes del romerismo solo alcanzaban 2 bancas en el Concejo Deliberante contra los 9 del Partido Obrero. También, durante esa elección, se quedaba con las ganas de avanzar en su carrera electoral al sojero Olmedo Jr. que se aventuró a disputar una senaduría que peleó palmo a palmo con Romero.
Entusiasmado por la performance electoral de entonces Romero salió a reclutar a Olmedo las matemáticas indicaban que R+O era, matemáticamente, una ecuación ganadora peeeero la política no es matemática lección que empieza a costarle más de lo que estaba dispuesto a dilapidar el actual senador nacional. Cepillo (Olmedo) además de bajar sus pretensiones de candidatearse a gobernador tuvo que bajarse los lienzos frente al que fuera el principal benefactor de su padre y por consiguiente la razón de que pudiesen amasar la fortuna familiar mediante ese latifundio llamado Salta Forestal. El problema fue que Alfredito, durante mucho tiempo, hizo campaña recordándole a Juan Carlos sus hazañas y mucha de la tropa que reclutó antes de esta alianza económico-electoral se sintió defraudada; algo que se ve reflejado en los datos preliminares de las PASO. Rosario de la Frontera, de donde Olmedo es oriundo, le fue leal mientras se mantuvo leal a su discurso.
Ante la irreversible lesión que los resultados de las PASO hacen a su figura, Romero sale a vociferar fraude; nada diferente a las sospechas que tiene el nono de las computadoras y las redes sociales. El análisis y la ingeniería electoral que requiere el nuevo sistema dejan fuera de juego a las mañas noventeras. Las encuestas hace tiempo fueron desmitificadas al igual que muchas otras estrategias que perimieron por la evolución del electorado pero también por la renovación. Un tercio del padrón de Salta habilitó a jóvenes electores que no conocen de primera mano la gestión romerista, para bien y para mal; con la particularidad que los salteños olvidados durante esos años hoy son la memoria activa que guía a la juventud militante. Sin alejarnos mucho podemos recordar  el desmantelamiento de YPF realizado en  los noventa durante el gobierno del nono defraudado; allí se explica sin mayores análisis el escaso 13,95 % obtenido por el frente R+O en contraposición al 77,81 % del Frente Justicialista Renovador para la Victoria en el departamento Rivadavia.
Otro departamento que podría llamar la atención es Orán donde el actual intendente, el oficialista Lara Gros, viene sometido a críticas pero allí nuevamente la picardía electoral hizo lo suyo, el candidato de R+O obtuvo el 31,60% en contra del 31,20 del actual primer mandatario de la comuna, donde el oficialismo hace la diferencia a favor del candidato a gobernador es en los votos que aportaron los otros tres candidatos a intendentes; para dar un somero ejemplo del porque el departamento tropical favoreció a Urtubey con el 52,23 % a diferencia del principal opositor que obtuvo el 31,47%.
Distinta fue la situación en la capital salteña donde los electores favorecieron al frente R+O donde para la categoría gobernador cosecharon 39,37 % de los votos un poco menos que el 44,17 % que obtuvieron los candidatos a intendente del frente opositor. Números que de repetirse en las generales le darían al romerismo el manejo de la comuna; consecuentemente ampliaría la cantidad de diputados provinciales consolidando un avance de los romeristas pero relegando a su líder partidario, algo que al borde de la rabieta senil Juan Carlos Romero no está dispuesto a permitir.

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