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| La Argentina popular y nacional |
Como ejercicio, casi accidental pero al alcance de cualquier ser humano está el debatir de historia y en consecuencia de política derrapando en ucronías de vez en cuando por la pasión que movilizan las ideas; sin embargo para disfrutar de este tipo de charlas y que la experiencia sea edificante es necesario establecer un rango histórico del cual se conozcan detalles sin que esto signifique que con nuestro interlocutor debamos conocer exactamente los mismos detalles y es requisito sin ecua non que la valoración de los hechos no sea idéntica. Diferente resulta la charla sobre los acontecimientos que se imprimen en la historia, contemporáneos a nuestras existencias que invitan a interpretaciones variadas y que, a justicia del respeto por la igualdad, deben ser respetadas.
A continuación les comparto una nota sobre algunos de los acontecimientos de esta semana en Argentina, para que quede a resguardo de la web, que aumente a su percepción de estos hechos e incluso los invite a interrogarse sobre él discurso hegemónico de los medios porteños.
La reaparición de Cristina por obra y gracia de la citación del pistolero que opera como si fuera juez, resultó un rayo de sol que alumbró a miles de argentinos que, sin importar lluvias ni horarios, demostraron una vez más a quién está dirigido el amor de gran parte del pueblo.
ResponderBorrarPero más que la retorcida citación a declaración indagatoria, más que ese amor popular, son los cuatro meses espantosos que CAMBIEMOS le "regaló" a sus votantes y, lo que es aún más horrible, a quienes NO lo votaron casi en igual número, los que lograron semejante aglomeración bajo la lluvia un miércoles por la mañana.
La verborrágica e incoherente Vice en Tucumán también puso lo suyo para que, por si aún quedaba alguna duda, se supiera de una vez por todas cómo las gasta CAMBIEMOS. Paciencia durante dos, tres o cinco años. Posiblemente, muchos mueran en el intento, lo cual será una plausible manera de lograr la pobreza CERO con inaudita rapidez.
Mientras sean éstas las reglas del perverso juego de CAMBIEMOS para PEOR, cada aparición de Cristina, aunque más no sea para ver si llueve, será motivo de una clamorosa manifestación popular.