En la vida de un ser humano normal suele suceder que en el
proceso de definición identitaria pase por etapas de imitación, allí donde
pareciese mimetizarse con los próximos, tal vez en una primera instancia a papá
o mamá. Cuando el circulo de personas se amplía a los amigos puede suceder que
se ingrese en una instancia de necesario rompimiento edipico, es allí cuando
nuestra ambición nos moviliza fuera del seno familiar, a este proceso algunos
logran sobrellevarlo reforzando los valores familiares y constituyéndolos en
virtudes personales otros simplemente declaran la guerra a la coherencia y
ensayan una desleal e infantil definición por oposición. Muchos recordaran la
oposición por la oposición en si, practicada hasta no hace mucho por algunos
dirigentes políticos, o para quienes gusten de términos históricos "los
contra" que luego de Delfor Dicásolo fueron conocidos como GORILAS.
Pero retomemos aquel infantilismo de definir la personalidad
por oposición. Sin dudas durante el kichnerismo hubo muchos funcionarios que
destacaron, alguno dirá con "guita todos somos Gardel" pero esto no
va en detrimento de la instalación mediática que se tornó en estos años;
partiendo con el mito de "Tinelli derroco a De La Rúa", en el
principal escaparate de la oferta dirigencial, oferta que luego del
sinceramiento propuesto por el presidente Macri parece desenmascarar no solo
que algunos funcionarios de segunda y tercera línea durante el gobierno
anterior llenaron sus expectativas y sus bolsillos sino también que algunos de
los satinados dirigentes del gobierno kichnerista confundieron la invitación de
Néstor a soñar con sus más desmesuradas ilusiones pretenciosas.
El relato fue definido por la editoriales empresariales
porteñas peyorativamente como la institución de una edulcorada narración de lo
que acontecía durante el gobierno nacional y popular desde el 2003 hasta el
2015; hoy ante el sinceramiento que llevan adelante las clases rentistas,
evasoras y antipopulares empiezan a asomar tras sus ambiciones los sátiros,
duendes y gnomos que, ahora sin el respaldo del presupuesto 2016-2017, envían a
sus tropas a alinearse tras la representante del PRO en la provincia de Buenos
Aires e inician una campaña de la reconstrucción de sus privilegios diciendo
"no somos centauros", como si hubiese hecho falta que lo dijeran.