Ciento dieciséis años se celebran de la resolución adoptada durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras para declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer TRABAJADORA. Se preguntaran a que se debe la exaltación en caps.; con el tiempo como muchas fechas y palabras que sentaban una posición socio-política fueron suplidas o suprimidas. Imagino la charla donde se suprimía la sentencia de "Mujer trabajadora" aludiendo a que el ama de casa, trabajo sacrificados si los hay, no era considerada como tal.
En la actualidad todavía la mujer lucha por un trato igualitario y en esa batalla que ante algunos ojos incrédulos toma dimensiones épicas, como una mama coya, llevan en su espalda la premisa del respeto por la humanidad. Me encantaría tener la liviandad de felicitarlas simplemente y salir de nuevo al mundo creyendo que he aportado a la causa de la humanidad pero la hipocresía me incomoda. Hoy "celebra" su día tras las rejas Milagros Sala, encerrada sin el debido proceso; doblemente estigmatizada por mujer y por coya. No quieran imaginarse la cantidad de mujeres que han de ser castigadas de igual manera y que el anonimato les fue impuesto desde su nacimiento; como lo fue para sus padres y lo será para sus hijos si no hacemos nada.
Excúsenme por los destratos en los que hayan incurridos mis antepasado permítanme acompañarlas en esta batalla por la igualdad, prometo educar a los hijos en el respeto a todas y todos. Ni una menos.