Continúan los preparativos para recibir al titular del imperio quien recientemente calificó de antiestadounidenses a las políticas del gobierno anterior. En esa frase, considero, tenemos varias cosas por desglosar.
Incluso la titularidad de un imperio que enseña democracia con intervenciones militares tiene plazos para renovar su cara. Los candidatos con más probabilidades de suceder al nobel de la Paz, Obama, son Hillary Clinton y el farandulero Donald Trump. Aunque hay un par de matices que los diferencian lo cierto es que en las políticas externas, manejadas por los estratos militares, los presidentes estadounidenses nos son más que los representantes propagandísticos del eufemismo de moda; un claro ejemplo es el tan promocionado "cierre de la cárcel de Guantánamo".
Cuando uno se pone a repasar las políticas más relevantes de la anterior gestión se pregunta en que atentaba contra los estadounidenses y de inmediato surge el cuestionamiento ¿cuáles son los intereses estadounidenses?. Talvez alguno recuerde las revelaciones de WikiLeaks, ejercicio de libre expresión que le costó la libertad a Julian Assange, donde se contaba como EE.UU articulaba antes del fallecimiento de Perón la toma del poder político mediante el uso de la fuerza. El "documento de contingencia" encargado por Kissinger sugería discreción para entrometerse en los asuntos internos de Argentina y no quedar pegados a la represión. La voluntariosa postura yanqui perseguía proteger los intereses estadounidenses en Argentina; para quien se vea superado por el eufemismo les traigo un ejemplo más próximo en tiempo aún que no en espacio, las cuantiosas tropas que protegen sus intereses en Irak desde el 2003.
Salarios de casi seis cientos dólares ($6060 pesos argentinos: Salario Mínimo Vital y Móvil), restricción en el mercado de divisas (Dólar a $10 pesos argentinos), control de precios (precios cuidados), Subsidios a familias con trabajo ilegal para asistencia de los hijos (AUH Asignación Universal por Hijo), política propendiente a reducir la brecha tecnológica introduciendo en los hogares de clase baja una notebook (Conectar Igualdad), pago de deuda externa con organismos financieros multilaterales (FMI, Club de París)... Es probable que haya quienes inicien el racconto de acciones realizadas por el anterior gobierno nacional desde otra perspectiva, tal vez algún fanatizado oficialista otrora opositor tenga para aportar al debate en su hogar o entre amigos una visión distinta de las que señalo como políticas virtuosas pero sin duda algunas serán reivindicadas por la historia del pueblo. Habría que pensar como afectaron los intereses estadounidenses estas políticas.
Por suerte para la saliente administración de USA el actual gobierno argentino ya ha tomado las medidas pertinentes a lubricar las "buenas formas" entre el empresariado estadounidense y nuestra soberanía.
Preparen sus pancartas y gargantas para manifestarle sus ideas al nobel de la paz para que nuestro gesto soberano de memoria este 24 de marzo se imprima en la memoria universal.
Incluso la titularidad de un imperio que enseña democracia con intervenciones militares tiene plazos para renovar su cara. Los candidatos con más probabilidades de suceder al nobel de la Paz, Obama, son Hillary Clinton y el farandulero Donald Trump. Aunque hay un par de matices que los diferencian lo cierto es que en las políticas externas, manejadas por los estratos militares, los presidentes estadounidenses nos son más que los representantes propagandísticos del eufemismo de moda; un claro ejemplo es el tan promocionado "cierre de la cárcel de Guantánamo".
Cuando uno se pone a repasar las políticas más relevantes de la anterior gestión se pregunta en que atentaba contra los estadounidenses y de inmediato surge el cuestionamiento ¿cuáles son los intereses estadounidenses?. Talvez alguno recuerde las revelaciones de WikiLeaks, ejercicio de libre expresión que le costó la libertad a Julian Assange, donde se contaba como EE.UU articulaba antes del fallecimiento de Perón la toma del poder político mediante el uso de la fuerza. El "documento de contingencia" encargado por Kissinger sugería discreción para entrometerse en los asuntos internos de Argentina y no quedar pegados a la represión. La voluntariosa postura yanqui perseguía proteger los intereses estadounidenses en Argentina; para quien se vea superado por el eufemismo les traigo un ejemplo más próximo en tiempo aún que no en espacio, las cuantiosas tropas que protegen sus intereses en Irak desde el 2003.
Salarios de casi seis cientos dólares ($6060 pesos argentinos: Salario Mínimo Vital y Móvil), restricción en el mercado de divisas (Dólar a $10 pesos argentinos), control de precios (precios cuidados), Subsidios a familias con trabajo ilegal para asistencia de los hijos (AUH Asignación Universal por Hijo), política propendiente a reducir la brecha tecnológica introduciendo en los hogares de clase baja una notebook (Conectar Igualdad), pago de deuda externa con organismos financieros multilaterales (FMI, Club de París)... Es probable que haya quienes inicien el racconto de acciones realizadas por el anterior gobierno nacional desde otra perspectiva, tal vez algún fanatizado oficialista otrora opositor tenga para aportar al debate en su hogar o entre amigos una visión distinta de las que señalo como políticas virtuosas pero sin duda algunas serán reivindicadas por la historia del pueblo. Habría que pensar como afectaron los intereses estadounidenses estas políticas.
Por suerte para la saliente administración de USA el actual gobierno argentino ya ha tomado las medidas pertinentes a lubricar las "buenas formas" entre el empresariado estadounidense y nuestra soberanía.
Preparen sus pancartas y gargantas para manifestarle sus ideas al nobel de la paz para que nuestro gesto soberano de memoria este 24 de marzo se imprima en la memoria universal.