Se me ocurren tantas cosas para escribir que no escribir ninguna; sería hacerme cómplice de lo que me ha generado esta brain storm.
Será posible que el viejo hdp de Videla continúe hablando de guerra interna.
Hoy no sabría si indentificarlos como cipayos o zapallos, volvió a acusar a la ex Unión Sociética de promover en todos los países del tercer mundo guerras contra las democracias, para ampliar su poder y romper el "equilibrio" de la Guerra Fría(infobae). La reiteración de las mentiras argüidas para justificar su traición a la patria resultan ofensivas, en particular a la inteligencia y a la veracidad histórica. Miles de argentinos que ni vivos ni muertos pasaron por las mesas de tortura, que él y sus otros cómplices detenían por “delitos” como llevar el pelo largo o cuando enfrentaban con armas, valientemente, a subversivos adolescentes de centros de estudiantes que no tenían más armas que pancartas.
Si mataron, diezmaron, violaron, desfenestraron a toda una generación por obediencia de vida y más allá de que estimen que sus actos fueron un servicio a la democracia es deber de el poder judicial el hacerles saber a estos señores no solo que siguen equivocados; sino que el pueblo Argentino tiene memoria, que el Estado imparte justicia y que la democracia la defendemos militando y no militarizando.
“Los enemigos de ayer, hoy están en el poder” fue otra clara manifestación de odio al pueblo que musito el asesino.
Estamos próximos a un año electoral, una nueva oportunidad de manifestarnos a favor de nuestro sistema de gobierno, la democracia, pero tenemos que estar atentos. Hay quienes operan por el retroceso del país como en el 2001 con la Ley de flexibilización laboral; terminaban de destruir los derechos promovidos por la constitución del ’49 y evidentemente a favor del coloniaje.
No debemos dar un paso atrás, ni para tomar impulso y así será, el pueblo argentino ha trabajado para levantar al país aprovechando las políticas implementadas del 2003 hasta la fecha y no permitiremos que quienes toman las banderas partidarias como una franquicia atenten nuevamente contra quienes vivimos y promovemos las distintas doctrinas.
Será posible que el viejo hdp de Videla continúe hablando de guerra interna.
Hoy no sabría si indentificarlos como cipayos o zapallos, volvió a acusar a la ex Unión Sociética de promover en todos los países del tercer mundo guerras contra las democracias, para ampliar su poder y romper el "equilibrio" de la Guerra Fría(infobae). La reiteración de las mentiras argüidas para justificar su traición a la patria resultan ofensivas, en particular a la inteligencia y a la veracidad histórica. Miles de argentinos que ni vivos ni muertos pasaron por las mesas de tortura, que él y sus otros cómplices detenían por “delitos” como llevar el pelo largo o cuando enfrentaban con armas, valientemente, a subversivos adolescentes de centros de estudiantes que no tenían más armas que pancartas.
Si mataron, diezmaron, violaron, desfenestraron a toda una generación por obediencia de vida y más allá de que estimen que sus actos fueron un servicio a la democracia es deber de el poder judicial el hacerles saber a estos señores no solo que siguen equivocados; sino que el pueblo Argentino tiene memoria, que el Estado imparte justicia y que la democracia la defendemos militando y no militarizando.
“Los enemigos de ayer, hoy están en el poder” fue otra clara manifestación de odio al pueblo que musito el asesino.
Estamos próximos a un año electoral, una nueva oportunidad de manifestarnos a favor de nuestro sistema de gobierno, la democracia, pero tenemos que estar atentos. Hay quienes operan por el retroceso del país como en el 2001 con la Ley de flexibilización laboral; terminaban de destruir los derechos promovidos por la constitución del ’49 y evidentemente a favor del coloniaje.
No debemos dar un paso atrás, ni para tomar impulso y así será, el pueblo argentino ha trabajado para levantar al país aprovechando las políticas implementadas del 2003 hasta la fecha y no permitiremos que quienes toman las banderas partidarias como una franquicia atenten nuevamente contra quienes vivimos y promovemos las distintas doctrinas.